He llegado a la isla de Penang en ferry y me voy por tierra, por el largo puente que la une al continente, en uno de los muchos, comodos y baratos autobuses de tres asientos por fila. Voy hacia el Sur, de vuelta hacia Kuala Lumpur, pero antes haré dos paradas y un pequeño desvío.
La primera es en la ciudad de Ipoh, antigua capital de la minería del estaño y actualmente reconvirtiéndose en centro cultural. Su casco antiguo tiene rincones (y murales) muy bonitos, aunque después de haber admirado Georgetown es difícil encontrar nada a su altura....
Al día siguiente tocan muchas curvas, y subir y subir hasta las Cameron Highlands, las montañas agrícolas y del té. Con sus 1500 metros de altura media, verdisimas y fresquitas, son un destino muy popular para huir del calorazo de las tierras bajas malayas.
Llego en fin de semana y las carreteritas están a tope, menudos embotellamientos! Menos mal que el personal se lo toma con resignación y no se oye ni un bocinazo...
Y para esquivar las muchedumbres, nada mejor que ir andando; aqui el senderismo es muy minoritario. Desgraciadamente he de andar por asfalto todo el rato, ya que las sendas están impracticables, es temporada de lluvias, y acostumbrarse a andar bajo lluvias (y chaparrones tropicales) intermitentes; pero con una buena planificacion horaria y de rutas (y equipo impermeable) consigo disfrutar de unas cuantas caminatas mágicas.
Así, paso por bosques tropicales de montaña, granjas de fresas, de helechos, de cactus, de hongos, de mariposas... por mercados, mercadillos y mercadazos de todo tipo... y sobre todo por los inmensos puzzles esmeralda de las plantaciones de té. La primera vez que se ven es inolvidable. Yo ya las había visto en Sri Lanka, pero no es una vista de la que una se canse fácilmente...
La comida, como siempre en este país, excelente y barata o baratisima, aunque echo en falta los omnipresentes y variados zumos de frutas de Penang y KL. Pero a cambio descubro el riquísimo té de Crisantemo; y en un pequeño restaurante local van adrede a comprar fresas (el producto estrella de la zona, junto con el té) para hacerme un delicioso zumo para acompañar una bañera de Char Hor Fun exquisita (una especie de potaje de grandes tallarines que tiene de todo: gambas, pescado, cerdo asado, bolas de pescado, verduras, rodajas de gengibre... buenísimo! Aquí está todo tan bueno que sólo hay que apuntar a cualquier plato y preguntar «not spicy?» -y si te dicen que no, es verdad-; y a disfrutar!
Despues de dos días húmedos y fresquitos, alternando caminatas --de 10 a 17 kms- y relax, toca volver a KL para volar a la siguiente etapa: Australia.
Al día siguiente tocan muchas curvas, y subir y subir hasta las Cameron Highlands, las montañas agrícolas y del té. Con sus 1500 metros de altura media, verdisimas y fresquitas, son un destino muy popular para huir del calorazo de las tierras bajas malayas.
Llego en fin de semana y las carreteritas están a tope, menudos embotellamientos! Menos mal que el personal se lo toma con resignación y no se oye ni un bocinazo...
Y para esquivar las muchedumbres, nada mejor que ir andando; aqui el senderismo es muy minoritario. Desgraciadamente he de andar por asfalto todo el rato, ya que las sendas están impracticables, es temporada de lluvias, y acostumbrarse a andar bajo lluvias (y chaparrones tropicales) intermitentes; pero con una buena planificacion horaria y de rutas (y equipo impermeable) consigo disfrutar de unas cuantas caminatas mágicas.
La comida, como siempre en este país, excelente y barata o baratisima, aunque echo en falta los omnipresentes y variados zumos de frutas de Penang y KL. Pero a cambio descubro el riquísimo té de Crisantemo; y en un pequeño restaurante local van adrede a comprar fresas (el producto estrella de la zona, junto con el té) para hacerme un delicioso zumo para acompañar una bañera de Char Hor Fun exquisita (una especie de potaje de grandes tallarines que tiene de todo: gambas, pescado, cerdo asado, bolas de pescado, verduras, rodajas de gengibre... buenísimo! Aquí está todo tan bueno que sólo hay que apuntar a cualquier plato y preguntar «not spicy?» -y si te dicen que no, es verdad-; y a disfrutar!
Despues de dos días húmedos y fresquitos, alternando caminatas --de 10 a 17 kms- y relax, toca volver a KL para volar a la siguiente etapa: Australia.

A la vista está que te han tratado como a una reina o mejor, si cabe.
ResponderEliminarFantástica gente!
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