martes, 20 de marzo de 2018

ALPES JAPONESES, Ruta del NAKASENDO de MAGOME a TSUMAGO

Después de disfrutar de Tokio (a pesar de una despedida lluviosa y desapacible)  cogemos un autobús hacia el Noroeste, al Valle del Kiso en las estribaciones de los Alpes japoneses.

De camino a los Alpes


Alli nos espera una parte de la Ruta del Nakasendo, la cuál cubría los más de 800 km entre Kioto y Tokio (entonces llamada Edo). Los correos imperiales contaban con 69 localidades donde repostar en su largo y peligroso camino. Algunos de estos pequeños pueblos de casas de madera se han restaurado; otros como el precioso Tsumago, se han mantenido casi intactos desde entonces gracias al esfuerzo de sus vecinos.

En Magome, frente a nuestro alojamiento



 En la ruta del Nakasendo



 !Cuidado, hay osos en la zona! Numerosas campanas para ahuyentarlos de tu camino


Bambusales


En la actualidad se ha recuperado la ruta para el senderismo, y pueblos como Tsumago, sin postes de electricidad ni farolas ni ningún signo de modernidad en sus calles principales y con numerosos minshukus (casas de huéspedes tradicionales) están renaciendo tras siglos de olvido.

 En casa del señor Suzuki -toda una institución del Nakasendo- té, dulces e intercambio de canciones tradicionales







Nosotros cuatro caminamos la etapa más popular de la ruta entre Magome y Tsumago, y disfrutamos de la hospitalidad (y de la comida) de una de sus célebres posadas.


Precioso Tsumago, aire de otros tiempos




 En el exquisito Minshuku Daikichi


 La vista desde mi habitación

Comida de postín, incluyendo sashimi de caballo y saltamontes fritos con miel - bien ricos y crujientes!


 Con la amabilisima dueña Kazuko

Y, por último, Tsumago de noche con la sola luz de las linternas. Momentazo!




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