sábado, 10 de febrero de 2018

TABLELANDS / KURANDA

Muy distintas en ambiente y clima del playero Cairns, las Tablelands o Tierras Altas son al mismo tiempo grandes proveedores de productos agricolas y beneficiarios de un turismo no masificado de australianos y extranjeros que acuden a disfrutar de la belleza de la montaña tropical con temperaturas más frescas que en la costa.





Pedazo de brunch en la encantadora Yungaburra

Los pavos silvestres son muy comunes


Las Tablelands son grandes productoras fruteras, y como en toda Queensland se encuentran estos autoservicios a pie de carretera. Coges lo que quieras y dejas el dinero en la hucha. Civilizados australianos...


Típicamente australiano, también: las «big things» (cosas grandes): cangrejos  peces, frutas, pollos, cocodrilos, y hasta un Capitán Cook gigante adornan carreteras y establecimientos. Ésta, por supuesto, está en una frutería. El letrero dice:«No os subais a la banana»


El pueblo más conocido turisticamente de la zona es Kuranda, antiguo baluarte hippie que aún conserva mucho atractivo con sus encantadores mercadillos que todavía venden principalmente productos locales artesanales; sobre todo al principio y final del día cuando las relativas hordas de turistas que llegan en el teleférico o en el tren panorámico desde Cairns aún no han llegado o ya se han marchado.



Rio Barron





En los bares de Kuranda, en lugar de palomas y gorriones, hay grandes lagartos de agua gorrones...


Excelentes (y jóvenes) músicos aborigenes. El Didgeridoo es muy difícil de tocar, necesita respiración circular para poder tocar continuamente...




Por Kuranda andamos dos dias y dormimos en la preciosa casa de la canadiense Kayla y Henri, un auténtico prototipo del genial, acido y divertido artista parisino. Hay rasgos que no se pierden aunque lleves viviendo en Australia 35 años...





Una visita curiosa y entrañable: Por toda Australia se ven colgando en racimos de muchos arboles los grandes murciélagos fruteros (o «zorros voladores»). En Kuranda  una amiga de Kayla y Paula ha montado un hospital para murciélagos enfermos  heridos o huérfanos, donde los atienden hasta que puedan volver a la libertad, o toda la vida si eso no es posible.

Llegamos a la hora de su cena: qué bien viven!




Recién nacido.


Como un bebé...



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