sábado, 10 de febrero de 2018

De despedida, Monzón!!!

Después de cinco días de cielo azul y sol (con algún chubasco aislado), empezaba a creer que no había para tanto con la temida temporada húmeda de Queensland (por mucho que mis amigos me advirtieran de que me había salvado por poco de un ciclón que se desmenuzo justo antes de llegar aqui, y de los numerosos refugios que se ven por todas partes.

Y entonces, en los últimos dos días, llegó el Monzón.





Antes y después en los preciosos remansos de los Babinda Boulders: Adiós al paseo, los bancos, las pasarelas...


Y las enormes rocas, prácticamente engullidas


Imaginaros la tormenta de verano más poderosa que hayas vivido, y alargadla durante horas y horas, día y noche, con algunos pequeños ratos en lo que amaina algo. Todo huele a humedad, las carreteras se inundan, las citas, escuela y trabajo se aplazan. El rumor del río de casa de Paula y Colin se convierte en un rugido ensordecedor (se acabaron los baños, aaay), combinado con el estruendo sobre el estanco tejado de zinc (nada de tejas) y la catarata de agua que cae desde el enorme alero en los cuatro costados de la casa (tampoco hay cañerias de desagüe, no podrían con este diluvio).

Es toda una experiencia!





Aquí comparto algunas imagenes y videos de mi primer Monzón: una despedida espectacular de la bellísima Queensland y su fantástica gente.

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